La inteligencia artificial (IA) ya no es solo una herramienta para las grandes corporaciones. Cada vez más, las pequeñas y medianas empresas están descubriendo cómo puede impulsar su crecimiento y mejorar su competitividad en el mercado. Según informes de distintas compañías, las empresas que han integrado Inteligencia Artificial (IA) en sus operaciones han experimentado un aumento en la productividad de hasta un 30%. En este contexto, la IA permite a estas empresas no sólo reducir costos, sino también mejorar la eficiencia y ofrecer un valor añadido a sus clientes.