Pese a que la inteligencia artificial puede emplearse en infinidad de situaciones, aún hay algunas tareas que son solo propias de los humanos. Puede producir contenidos originales impresionantes: poesía, prosa, imágenes, música, rostros humanos. Puede diagnosticar algunas enfermedades con más precisión que un médico. Sin embargo, la IA actual sigue teniendo limitaciones fundamentales. En relación con lo que esperaríamos de un agente verdaderamente inteligente -en relación con la inspiración original y el punto de referencia de la inteligencia artificial, la cognición humana- la IA tiene un largo camino por recorrer.

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